En este vuestro blog, somos frikis, sí. Pero eso no quiere decir que no podamos disfrutar de vez en cuando alguna que otra película de corte más normal. Que no todo tiene que ser gore, terror o humor absurdo.
Es por eso que he alquilado recientemente (sí, sí, alquilado de verdad, de ir al videoclub y pagar) el último gran éxito francés, "Intocable". Sé lo que estáis pensando, que siempre que sale una película francesa viene acompañada del "nº1 en Francia! La película más taquillera del año!" y similares. De la misma manera que películas como "Battleship" vienen acompañadas de "nº1 en USA!". Vamos, que el hecho de que te digan eso no quiere decir que sea una buena película. Pero como siempre, hay excepciones que confirman la regla, e "Intocable" es una de ellas.
Con esta película tenía además algo personal. En su momento me tocaron entradas para el preestreno y, por equivocación mía, me presenté el día que no era y, por equivocación de los cines, me dejaron pasar. Resultado, en vez de "Intocable" me vi "La invención de Hugo", película que por otro lado también quería ver, pero ya me había quedado con la espinita de ver esta otra.
La historia que nos cuenta está basada en hechos reales. Un millonario tetrapléjico busca contratar a alguien que le ayude en el día a día, es decir, a darle de comer, vestirle, llevarle a pasear... Y de entre todos los candidatos "cualificados" decide quedarse con el único que pasa del tema. Un medio delincuente que simplemente ha ido a que le firmen el papelito que atestigüe que ha ido a por el trabajo y así poder seguir cobrando el paro.
Philippe (el millonario) le pide que vuelva al día siguiente prometiéndole darle el papel con su rúbrica. Sin embargo, cuando está allí, tras darle el papel le hace una apuesta. Lo ve tan vago y tan pasota que está seguro que no sería capaz de realizar un trabajo tan importante como cuidar a un discapacitado como él. Apuesta a que no aguantará ni un mes, y Driss, el parado, decide quedarse aunque sea por orgullo.
Y es que lo que Philippe busca al contratar a Driss es eso, una persona que, no que le trate con desprecio, sino como un igual. No quiere que la gente le vea diferente. Y por eso se siente a gusto con su nuevo ayudante, pese a que éste se muestre muy reticente a realizar ciertas tareas, en ocasiones, demasiado íntimas.
Como he comentado antes, llevaba con la cosa de verla desde que me perdí el preestreno, y la gente a mi alrededor que acababa viéndola iba en aumento, y todos me la recomendaban una y otra vez, lo que hacía que mis ganas de verla fueran en aumento. Lo único que, debido a lo que me contaban, esperaba encontrarme con una comedia dramática (más drama que comedia). No drama de los de llorar a moco tendido, pero sí de esos en los que se te podía escapar una lagrimilla por el rabillo del ojo. Y mi sorpresa ha sido ver una comedia muy ligera pero muy alegre. Vamos, no de las de estar a carcajada limpia toda la película sino de las de la sonrisa de idiota (y alguna que otra carcajada, sí).
Intocable es de esas películas que te alegran el día, que cuando terminas de verla te das cuenta que has estado todo el rato con la sonrisilla en la cara como un tonto y que tras terminar, quieres volver a verla, solo por lo que has disfrutado.
Así que ya sabéis, si aún no la habéis visto, estáis tardando en haceros con ella, y si lo habéis hecho, seguro que estáis pensando en ponerla otra vez. Hala, os dejo hasta la semana que viene, que yo ya le he dado al play.
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