viernes, 14 de diciembre de 2012

Viernes de cine: Holy Motors

. viernes, 14 de diciembre de 2012


Somos raros, mucho, o por lo menos yo lo soy. ¿Por qué llevo tanto sin recomendar películas un viernes? Porque no vale cualquier cosa, tenemos que traer recomendaciones únicas, especiales, distintas y, por qué no, polémicas. Es por eso que tras esta larga sequía venimos con algo que os va a dejar sin palabras. La gran triunfadora del festival de Sitges de este 2012 que ya se nos acaba. Estamos hablando, como no, de Holy Motors.


Holy Motors no deja a nadie indiferente, no sé si decir que es de las que o la odias o la amas. Yo, por ejemplo, la disfruté mucho, pero no me queda la sensación de que me ha gustado, sino que he disfrutado. Porque Holy Motors no es una película, es una experiencia (ya os dije que hoy veníamos con una rarunada -me invento palabras, sí-).

Tranquilos, que no es una experiencia al estilo The Tree of life (la cual, por cierto, sí que me gustó), es otra cosa. No en vano, si buscamos por los internetes información sobre la película, llegaremos a encontrar que el género al que pertenece es "cine experimental", entre otros muchos.

La cinta de Leos Carax nos cuenta la historia de Oscar (Denis Lavant), o mejor dicho, nos muestra un día de su trabajo. Oscar es actor, y simplemente se dedica a realizar encargos relacionados con la interpretación. Dicho así parece una cosa de lo más normal. Lo que pasa es que estos encargos no suelen ser muy normales que digamos. La grandeza radica en que gracias a estos trabajos, podremos disfrutar de varias historias cortas englobadas en géneros muy diferentes, teniendo así una ración de cortos que mantienen un nexo común, Oscar, su protagonista, y poco más. Me atrevería a compararlo en este sentido con Four Rooms, aunque al contrario que esta, tiene un único director para todas las historias y, bueno, las historias pueden resultar un poco más rocambolescas (sobre todo según avanza el día de Oscar).

Una de las curiosidades de la película está en un par de cameos más que interesantes. Por un lado, Eva Mendes, quien me ha dejado con la duda de si sabe hablar francés o no (la película es francesa), ya que su papel no tiene mucho diálogo precisamente.
Y por otro lado, Kylie Minogue en una historia que, como no podía ser de otra manera, es medio musical.

En resumen, una película diferente, no apta para todos los gustos, lo reconozco, pero que recomiendo a todo el mundo por lo interesante de su propuesta y, sobre todo, por sus historias. Una cinta que además gana con los futuros visionados, encontrando detalles que antes se nos pasaron (en parte por no ser conscientes desde el principio de lo que íbamos a ver) y disfrutando de escenas que acaban enamorándonos.

2 comentarios:

manipulador de alimentos dijo...

Si Carax a veces ha acertado o se ha acercado al blanco, no es desde luego con 'Holy Motors'. ¡¡¡Vaya pedazo de caca pretenciosa!!! Un saludo

Eldemo dijo...

Hala, qué exagerado, si es la mar de entretenida xDDD

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